jueves, 30 de julio de 2015

La orina llega por los uréteres a la vejiga. Las contracciones rítmicas de la musculatura lisa de los cálices renales, expulsan la orina hacia los uréteres, cuyos movimientos peristálticos la impulsan rítmicamente hasta la vejiga.
La vejiga es un reservorio cuyas paredes tienen musculatura lisa dispuesta en 3 capas superpuestas, que forman alrededor del orificio uretral un anillo muscular que constituye el esfínter interno. En condiciones normales su capacidad es de 500-600 ml. Desde la vejiga la orina llega al exterior a través de la uretra. En el hombre existe además un esfínter externo, de musculatura estriada, ubicado alrededor de la uretra, inmediatamente por debajo de la vejiga.
La contracción de la vejiga se produce por mecanismos nerviosos reflejos inducidos por la distensión de sus paredes. La contracción se acompaña de relajación refleja del esfínter interno. El vaciamiento de la vejiga es, por lo tanto, en último término, un fenómeno voluntario que se inicia con la contracción refleja de su musculatura y relajación del esfínter interno; luego aumenta la presión intra-abdominal, por contracción de los músculos del abdomen, y se relaja voluntariamente el esfínter externo.
La vejiga tiene doble inervación, simpática y parasimpática, cuyas fibras se distribuyen profusamente en la musculatura vesical. 

El centro nervioso que controla el vaciamiento vesical está ubicado en la médula sacra . En condiciones fisiológicas el vaciamiento no se inicia por el aumento de la presión intravesical, sino por la distensión de sus paredes, la que estimula receptores allí ubicados. Estos receptores emiten impulsos hacia el centro medular, desde el cual se transmiten impulsos por las vías eferentes simpática y parasimpática, que van a producir el vaciamiento


No hay comentarios.:

Publicar un comentario